El pre-otoño es una etapa de preparación para los bonsáis, en la que sus necesidades de agua y nutrientes comienzan a cambiar. Ajustar correctamente el riego y la fertilización en este momento es clave para garantizar su salud durante el otoño e invierno.
Riego: menos es más
Con la reducción de la temperatura y el acortamiento de los días, la evaporación del agua en el sustrato disminuye. En este periodo, es importante observar la humedad del suelo antes de regar, evitando excesos que podrían generar pudrición de raíces. No es necesario seguir la misma frecuencia de riego del verano; adapta el riego a las condiciones climáticas y a la respuesta de tu árbol.
Fertilización: preparando la estructura del bonsái
El objetivo en pre-otoño no es fomentar el crecimiento de hojas y ramas, sino fortalecer raíces y tronco para la próxima temporada. Para esto, cambia a un fertilizante con bajo contenido de nitrógeno y alto en fósforo y potasio.
- Fósforo (P): ayuda a fortalecer el sistema radicular, clave para la absorción de nutrientes.
- Potasio (K): mejora la resistencia al frío y fortalece la estructura del árbol.
Cómo aplicar estos ajustes correctamente
- Reduce progresivamente la frecuencia de riego y verifica siempre la humedad del sustrato antes de hacerlo.
- Aplica un fertilizante otoñal cada 15 días para reforzar raíces y preparar el bonsái para el invierno.
- Evita fertilizar árboles debilitados o trasplantados recientemente.
Estos simples ajustes harán que tu bonsái entre con fuerza en la nueva estación, listo para lucir todo su esplendor otoñal.